Autores: Alejandro Christian Luna y Vanesa Maiorana.
Publicado en Revista Uno Mismo.

Desde el punto de vista de la Astrología, la realidad sólo es completa si la observamos al menos desde las doce perspectivas primordiales representadas por los doce signos. Si bien el inicio de la percepción por signos se remonta a más de 5000 años atrás en Oriente medio, el uso de las doce casas no tiene más de 2000 años, siendo una complejización del mapa energético que los astrólogos denominamos carta natal. En esta nota pondremos el foco en las casas astrológicas, que son las diferentes áreas de experiencia en las que está dividido el mapa natal.

Proponemos en esta nota interactiva que cada lector complete un test, utilizando la adaptación de una herramienta de autoconocimiento que se usa mucho en conversaciones de Coaching: la rueda de la vida. Y luego, veremos de qué manera la carta natal puede aportarnos una valiosa información, partiendo de la autoevaluación que hemos hecho. Intentamos en esta nota ofrecer una síntesis que permita a cada uno tener información valedera, pero para trabajar seriamente será necesario complementar con una consulta astrológica a través del asesoramiento de un/a astrólogo/a profesional. 

Esta nota tiene dos fases, primero tomaremos la rueda como punto de partida fundamental para acercarnos a nuestra vida a través del lente de nuestra conciencia, y luego, ya desde la carta natal, cuestionaremos al observador interno y buscaremos más allá de lo que se ve a simple vista. 

La rueda de la vida es una herramienta simple y eficaz para visualizar lo que uno está percibiendo ahora acerca de la propia existencia. Adaptamos la rueda en su forma utilizada en Coaching, considerando como áreas las tradicionales doce casas astrológicas. A su vez, hay una escala que va de 1 a 10, donde puntuamos cómo estamos en cada área particular de nuestra vida, siendo “10” el valor para indicar que nos sentimos plenos en esa área y “1” para la sensación de insuficiencia o estrechez.

La imagen muestra la rueda con las 12 casas y algunas preguntas que vamos a respondernos. Tengamos en cuenta que estas preguntas dan solo algunos matices de lo que podría expresar cada casa, y que solo estamos teniendo en cuenta algunas pocas manifestaciones de las mismas. 

Como herramienta de Coaching, una vez que le damos un puntaje a cada sector de acuerdo a cómo nos sentimos en esa área, unimos los puntos para que nos quede trazada una forma geométrica. Cuando la rueda muestra un área con baja puntuación, nos está diciendo que desde nuestro estado de consciencia actual, ésa es un área a trabajar y para que le prestemos más atención.

Lo interesante es que como herramienta para la Astrología, no sólo las puntuaciones bajas serán el foco de atención, sino todos los valores, ya que tomaremos la carta natal para explorar las distancias entre lo que creo acerca de mi vida y lo que la energía me propone. En esta nota no podremos explayarnos en la riqueza del trabajo que podemos hacer con esta integración, ya que como decimos es fundamental el trabajo personalizado. Sin embargo, podemos tener una aproximación a las casas astrológicas y lo que la Astrología nos aporta en el proceso del viaje en la consciencia.

La rueda de la carta natal

Consideramos como premisa que la autoevaluación con las puntuaciones estará teñida de cierta subjetividad, ya que la percepción que tenemos incluye los miedos que nos aquejan, emociones, condicionamientos y normas heredadas, deseos y expectativas, idealizaciones, fantasías, niveles de exigencia, logros alcanzados o frustrados, etc. El puntaje que fuimos dando en la rueda nos indica cómo observamos desde el nivel de conciencia actual que tenemos. Esta conciencia dependerá de cuán en contacto estamos con el mundo emocional, qué tan fuertes son nuestros mecanismos emocionales y en qué nivel hemos trabajado nuestras luces y sombras. 

Gracias a la rueda de la vida podemos ver cómo nos sentimos en los diferentes dominios, y con la carta natal podemos cuestionar al observador que estamos siendo. Como astrólogos, buscamos más información con el objetivo de descubrir, junto al consultante, niveles más cercanos a la “realidad” poniéndolo en contacto con lo que cree y siente que es y lo que le ocurre por destino.

Si bien el objetivo final sería reconocer los desequilibrios, el puntaje que damos no es lo realmente importante, ya sea alto o bajo, ya que puede estar alineado a nuestro potencial energético o muy lejos de él. Aquí es donde la Astrología puede darnos una pista acerca de qué es lo que necesitamos comprender de nosotros mismos en la búsqueda del equilibrio energético, que siempre será en vínculo, dinámico y en movimiento. Aquí ocurre una de las cosas más interesantes que aprendemos con la Astrología, ella nos cuestiona y puede mostrarnos que lo que creemos que somos puede tener muy poco que ver con lo que somos energéticamente. 

Dos ejemplos, área de recursos y de pareja

Vamos a presentar dos ejemplos en los cuales a partir de la autoevaluación en la rueda de la vida, tomamos la información de los factores astrológicos (planetas y signos en esas casas) y plantearemos hipótesis acerca de la distancia que puede haber entre la conciencia del potencial que tenemos y cómo observamos lo que entendemos como realidad. 

Supongamos que en la evaluación la casa 2 de la rueda nos otorgamos un puntaje bajo (3 ó 4), porque detectamos la dificultad que tenemos para generar recursos económicos, que se manifiesta también como miedo a no contar con el suficiente dinero para vivir, la sensación de que cuesta demasiado conseguir trabajo, o que tenemos épocas en las que tenemos muchos recursos/dinero y otras en las que sentimos muchas limitaciones, que a veces el dinero llega repentinamente y tan repentinamente se va. Como otra cara de la moneda, también sentimos que no podemos disfrutar de la vida de una manera estable y duradera. En principio podríamos decir que en esta área sentimos que no nos va del todo bien y necesitamos trabajar en ella. 

Entrando en el simbolismo astrológico analizamos la carta natal y vemos que el signo que domina la casa 2 es Acuario, o que se encuentra el planeta Urano en ella. ¿Qué nos dice esta información?

En principio nos dice que esta área de nuestra vida es el lugar para expresar la energía acuariana/uraniana, es decir, que es el lugar creativo, donde es posible abrirse a cosas nuevas y diferentes a las conocidas, y que éstas son fundamentales para materializar, generar dinero y recursos. Podríamos decir que nuestra capacidad de generar tendrá mucho que ver con la expresión de la creatividad y la búsqueda de lo nuevo. Pero como contrapartida, todo lo creativo y lo diferente, genera incertidumbre. No podemos saltar a lo nuevo si no salimos de la estructura conocida. No podemos crear una genialidad, si no salimos de lo conocido. Por lo tanto, la energía acuariana/uraniana que llevamos dentro, nos enfrentará con imprevistos que nos sacarán de situaciones estables y seguras. La manera en la que respondemos psicológicamente a esa energía, presentará resultados concretos en la vida: si me abro a lo desconocido, suelto la necesidad de seguridad, me entrego a la inestabilidad permitiendo que a veces haya abundancia y otras veces escasez, y especialmente, si me abro a la creatividad, podré experimentar cierta plenitud en esta parte de mi vida. ¿Y qué sería plenitud? ¿contar siempre con recursos? ¿tener mucho dinero? ¿sentir estabilidad económica? No en este caso… sería aceptar que mi manera particular de materializar, incluye lo disruptivo, el rayo creativo que llega con una idea nueva y hasta loca, y rompe la estructura anterior. Y que esa manera, permite que yo pueda contar con recursos en mi vida, tanto económicos como recursos personales para crear. 

En este ejemplo, lo que ocurre con el puntaje bajo es que nos estamos midiendo con una regla equivocada. Si mido en función de la inestabilidad de mis recursos (un día gano un montón de dinero y otro día nada), y siento frustración, le daré un puntaje bajo a esta área. 

Pero cuando me entero de mis energías creativas me doy cuenta de que sí, mi trabajo pasa por lo creativo y puedo estar todo el tiempo creando cosas nuevas. De alguna manera no soy consciente de que estoy expresando esa energía y no me doy cuenta de que es mi talento específico. 

Si me pongo un nuevo puntaje a la luz de este conocimiento, ¿cómo cambiaría con una nueva consciencia sobre mis talentos y formas particulares de ser en este ámbito? 

Supongamos ahora que en la casa 7 (área de la pareja y vínculos complementarios) ponemos un puntaje alto (8 ó 9) porque tenemos un vínculo estable de muchos años y estamos “bien”. Si tomamos este puntaje, podemos decir que no hay mucho que hacer en esta área o por lo menos no hay preocupaciones en el momento. Pero vemos la carta natal y observamos que están Plutón (transformación) y Urano (renovación) en esa área y que además hay un aspecto entre Neptuno y Venus (idealismo romántico). ¿Qué hipótesis podemos hacer con esta información? 

En principio, tenemos que sospechar de nuestro “observador interno”. Estos factores astrológicos indicarían (de modo muy sintético) que uno experimentará el dolor, el conflicto, el control, la manipulación, la intensidad, y la necesidad de transformación (Plutón) en los vínculos de pareja; que ésto se producirá con altas dosis de cambios repentinos, cortes, desconexión y necesidad de libertad (Urano), y que los vínculos amorosos pueden tener altas dosis de ilusión e idealización, además de alta sensibilidad y resonancia (Neptuno con Venus). 

Entonces, podríamos intuir que lo que ocurre en realidad es que no se está en contacto con la propia energía de creatividad, renovación y transformación. Como astrólogos podemos cuestionar, podemos hacer hipótesis que luego, en la entrevista astrológica, trataremos de ahondar, buscar en las profundidades para sacar a la luz lo que esté en la sombra, es decir, lo que no se está viendo, lo que está detrás de corazas, idealizaciones, miedos y defensas inconscientes. 

¿Cuál podría ser entonces una posible “realidad” del vínculo de pareja en este ejemplo? Podríamos decir que la estabilidad no es una cualidad previsible en este caso particular, que existe una enorme necesidad de cambios y libertad, y al mismo tiempo una tendencia a fusionarse intensamente con el otro; y que la idealización puede llevar a imaginar vínculos amorosos en donde hay mucho conflicto y dolor. ¿Se está expresando de alguna manera la energía de cambios, renovación y transformación? ¿Se puede sentir la vitalidad? ¿siento aburrimiento y desgano en la vida?

Como astrólogos, con el fin de sacar a la luz la sombra, pondríamos la lupa en esta área de la vida. Si me mido con la regla de que lo fundamental es tener una vida de pareja tranquila, aquí también me estoy midiendo también con la regla equivocada. 

Transformando al observador

Decíamos anteriormente que la integración entre la rueda de la vida y la carta natal nos da la doble posibilidad observar mi vida y la vez cuestionar el observador que somos acerca de nuestra propia vida. Ampliar la conciencia es ver más allá de lo que veíamos para poder incluir cada vez más nuestras cualidades. 

La información que tomamos de la rueda y la carta natal nos aporta de diversas maneras:

  • Nos permite ver cómo nuestra conciencia actual percibe nuestra situación en la vida.
  • Nos permite localizar esas áreas donde necesitamos aprender cosas o prestar más atención.
  • Nos permite cuestionar el observador que estamos siendo, sacar el velo que cubre la realidad de lo que ocurre.
  • Nos permite cuestionar lo que creemos que es nuestra vida, tanto si puntuamos alto o bajo.
  • Nos permite ver talentos donde acaso no tenemos contacto con ellos.
  • Nos desafía a movernos y a avanzar.

La rueda de la vida nos permite entrar en contacto con el observador que somos y, gracias a la carta natal, transformar a ese observador. Es decir, acceder a un nuevo nivel de aprendizaje y así sintonizar mejor con el centro pleno y vital de nuestro Ser.