Autores: Alejandro Christian Luna y Vanesa Maiorana. 
Nota publicada en la Revista Uno Mismo. 

En los últimos tiempos se está haciendo evidente el acelerado aumento de la complejidad de nuestro mundo. Uno podría decir que el universo en el que vivimos ha sido siempre igual. Sin embargo, nuestra visión acerca del mundo está cambiando drásticamente. Parecería ser que estamos ante un salto de la conciencia, y esto no significa que somos seres más elevados cercanos a la luz sino más bien que nuestra sensibilidad se está haciendo cada vez más profunda, cada vez más sutil. A medida que podemos reconocer esa sensibilidad y la dejamos entrar, y confiamos en ella, el mundo percibido cambia. Mientras vemos un nuevo mundo, nuestro mundo interno también cambia. No somos los mismos cuando vemos nuevas cosas acerca de nosotros mismos, nos transformamos. La realidad que veíamos con la mirada anterior, ya no existe. 

Parecería que estos tiempos nos están dando una gran oportunidad. La concepción del mundo que incluye esta mirada nos está dando la oportunidad de romper con viejos patrones. Pero también nos está pidiendo grandes niveles de valentía para ir hacia lo desconocido. Y lo desconocido no es solo el camino por recorrer o el mundo en el que vivimos, sino también todo nuestro interior. ¿Quiénes somos realmente? Descubrirnos en un camino es arduo y fascinante a la vez. Este salto de conciencia incluye el salto hacia nuevos conocimientos y nuevas percepciones. La medicina y la psicología, por ejemplo, están teniendo en cuenta cada vez más niveles del Ser en los diferentes planos de vibración: físico, emocional, mental, energético y espiritual. La Astrología también.

Para qué sirve la Astrología en el mundo de hoy

Cuando hablamos del salto hacia nuevos conocimientos de lo que somos, no estamos solamente hablando de una manifestación de la curiosidad de las personas. Lo que está ocurriendo es un tiempo de crisis en el cual nos estamos encontrando con límites que nos desafían profundamente, porque nos damos cuenta de que no se puede continuar viviendo bajo los conceptos, formas y patrones conocidos.

La Astrología ha servido desde sus inicios, a diferentes necesidades del ser humano. En los últimos tiempos, en su integración con la psicología, está sirviéndonos para comprender más acerca de nuestra naturaleza, los procesos vitales, los potenciales a desarrollar, los mecanismos de defensa emocional, entre muchas otras cosas. 

Generalmente la Astrología, tanto desde el estudio de la carta natal como desde su enseñanza, estuvo enfocada desde un punto de vista mental y cognitivo. Pero justamente los límites a los que nos referimos anteriormente, nos desafían a incluir nuevas dimensiones. 

Las terapias corporales nos muestran que los traumas y bloqueos están grabados en el cuerpo. Las terapias energéticas nos muestran que toda enfermedad del cuerpo es una enfermedad de algún otro plano (mental, emocional, espiritual) y que no hay posibilidad de estar en equilibrio/salud si no se trabaja con el campo energético completo en todas sus manifestaciones. También nos enseñan que el conocimiento habita en los múltiples niveles de vibración, desde los más densos (cuerpo, materia) hasta los más sutiles (alma, espíritu) y que la comprensión profunda y la evolución personal, requieren de la integración de todos ellos.
Las terapias transpersonales nos muestran que hay mucho más allá de lo que consideramos el límite del Ser, que llevamos las cargas no resueltas de nuestros antepasados y que hay energías poderosas que nos trascienden y se manifiestan a través de nosotros. Los avances en la psicología transpersonal nos están dando cada vez más información acerca de la estructura de la psiquis que incluye lugares misteriosos que aún no podemos descifrar. 

La Astrología es un saber que representa al Ser como un Todo. Por ello incluye todos los niveles mencionados y por lo tanto, cuanto más nos encontramos con la necesidad de sanar niveles profundos, más necesitamos ampliar sus límites, saliendo del análisis meramente conceptual.

Qué muestra la carta natal

Se dice que una carta natal es un mapa de los astros vistos desde la Tierra, tal como estaban en el momento de nuestro nacimiento. Cada uno de nosotros es una encarnación de la energía que estaba en el cielo, y con el principio de correspondencia “lo que es arriba es abajo”, comprendemos aquello que nace con esas energías, o sea, a cada uno de nosotros.

Hay muchas maneras de ver la carta natal y obtener información de ella. Desde información totalmente superficial hasta percepciones profundas y resonantes, según muchísimos factores que se manifestarán en un momento dado, la carta natal mostrará diferentes cosas.

En una época, la carta natal se usaba para tomar decisiones importantes en la vida y especialmente para los pueblos (con las cartas de reyes y faraones, por ejemplo). Desde la mirada actual que está relacionada a la psicología, especialmente la junguiana y la transpersonal, la carta puede mostrar posibles mecanismos emocionales, personajes internos, dinámicas de polaridad, conflictos y tensiones internas, posibles vivencias vinculares, características con las que se identifica la persona y otras que rechaza, ciclos de la vida, manifestaciones energéticas y psicológicas, potencial de talentos y aprendizajes, posibles áreas de frustración y capacidad de crecimiento, etc. 

Con el enfoque holístico y transpersonal que proponemos, se presentan niveles energéticos que pueden elaborarse desde un nivel físico y vibracional que agregan información adicional y enriquecen profundamente el nivel de comprensión y posibilidades de crecimiento.

 

Por eso hay muchas formas de ver la carta natal, y todas ellas son válidas. Si tenemos en cuenta como decíamos antes, que nuestro mundo adentro-afuera es cada vez más complejo creemos que el estudio de la carta natal también debe incluir nuevas dimensiones. 

El momento de la consulta, la habilidad del astrólogo, la sensibilidad energética, la conexión entre consultante y astrólogo, el momento en los ciclos de la vida de ambos, el cielo del momento de la consulta, y muchos factores más, harán que se revele en cada momento lo que tenga que revelarse. 

“Astrohología”, una Astrología holística.

En la Astrología que conocemos, adentro y afuera se corresponden entre sí. Lo que es adentro, es afuera… decimos. Y nos referimos a que todo aquello que “nos ocurre” y las personas con las que nos vinculamos, nos traen cosas de nosotros mismos. Esto no es un tema de egocentrismo, porque nosotros le ocurrimos también a los demás, llevamos en nuestro ser cosas que también son de ellos. Decimos que lo que nos ocurre es parte de nuestra estructura energética. Esta correspondencia adentro-afuera es tan profunda y amplia, que es digna de meditación, se trata de la base en la que nos paramos para describir la Astrología que “practicamos”. 

La concepción del ser humano como un campo vibratorio que está en continuo intercambio energético con todo lo que lo rodea (otros seres humanos, otras especies, el planeta Tierra, el Universo) nos está abriendo a la posibilidad de percibir también una nueva manera de concebir la Astrología. No es que el sistema solar haya cambiado, pero sí se está ampliando nuestra percepción acerca de él y aparecen nuevas relaciones entre los astros y nosotros.  Si bien la Astrología siempre tuvo que ver con la relación entre los astros y las entidades que encarnan en la Tierra, al complejizarse nuestra concepción del mundo, estamos necesitando expandir los límites de la Astrología y encontrar nuevas relaciones que siempre han existido, pero que se están concientizando gracias a las nuevas revelaciones acerca de nosotros mismos y del mundo.

Podemos observar una expansión hacia adentro y hacia afuera. Es decir, por un lado, nos damos cuenta de que nuestra psique es mucho más profunda de lo que se conocía en el pasado. Esta búsqueda profunda hacia adentro al mismo tiempo hace un movimiento hacia afuera. Cuanto más profundo vamos en la psique, más lejos llegamos hacia afuera, hacia lo que está más allá de nosotros mismos, hacia lo colectivo y al Universo. 

 

Concretamente, estamos incluyendo diversos tipos de herramientas provenientes de las diferentes terapias holísticas, energéticas y corporales, en el estudio de la carta natal y especialmente en la enseñanza de la Astrología. El aprendizaje es integral, incluye todas las dimensiones de nuestro Ser.

Astrología como camino de transformación personal
¿Para qué involucrarse con el estudio de la Astrología?

En general, la Astrología y la carta natal no sirven al Ser sino que sirven al yo. Es decir, el yo (tan sólo un fragmento de Ser que somos) utiliza la increíble sabiduría de la Astrología para sus propio fines. Éstos son conocerse mejor, mejorar, vivir bien, tener relaciones más saludables, elegir opciones más convenientes, ser feliz, etc. Pero sólo es un fase de un proceso mayor; y algo muy positivo, después de todo. Si verdaderamente nos involucramos con la Astrología, está tendrá que ser trans-yoica, incluyendo niveles que están más allá de lo que el yo quiere y necesita. La gran paradoja es que esta Astrología no le va a dar al yo ninguna garantía de mejorar, vivir bien ni ser feliz. De hecho, no vemos diferencias sustanciales a nivel felicidad entre los astrólogos y los que no lo son, porque la verdadera Astrología integra felicidad y tristeza, pasión y apatía, sentido y sinsentido, yo y tú, psique y destino. 

Entonces, ¿para qué involucrarte con la Astrología? El hacerlo te dará una chance que antes difícilmente tenías, y es la posibilidad de estar más atento, de sentirte más vital y más pleno existencialmente. No te dará seguridad ni garantías, pero acaso te entrenará en la delicia que es fluir con la energía y alinearte con las cualidades cambiantes del tiempo. Te dará aceptación con respecto a lo que vas siendo y lo que los demás son (pues son tu afuera), probablemente te hará menos idealista y te invitará a que se despliegue el potencial de tu Ser en sentidos que tu yo no tiene, por suerte, la menor idea.