Nota publicada en Revista Uno Mismo. Noviembre 2014.
Alejandro Christian Luna y Vanesa Maiorana
El juego de interacción y complemento entre las energías masculinas y femeninas, está representado en Astrología por Marte y Venus. La receptividad de Venus y el deseo de conquista de Marte, se ponen en juego en las relaciones de pareja y en los vínculos amorosos.
Activo y receptivo, masculino y femenino, yin y yang, son los aspectos de la polaridad que representan estos dos planetas y no tiene ningún sentido pensarlos por separado. La posición de ambos en una carta natal brinda mucha información acerca de cómo nos relacionamos con nuestra pareja interior, y por ende, con la exterior. También, saber qué nos gusta y saber qué les gusta, evita algunos malos entendidos y potencia la seducción.
Marte: la fuerza del deseo
Marte (Ares para los griegos) representa la energía masculina de salida, lucha por la supervivencia, competitividad y arrojo. Es el guerrero que todos llevamos dentro, necesario para enfrentar los embates de la vida. Marte como regente de Aries es el deseo, el impulso y la iniciativa.
Marte actúa para satisfacer ese deseo. Se mueve hacia adelante, sin pensar, sin calcular ni medir las consecuencias. Por eso a veces su accionar puede ocasionar situaciones que luego podemos lamentar.
La conquista es su motivación, y con su accionar libera la potencia que acumula en su interior. A través de su instinto sexual se posibilita la perpetuación de la especie.
Tanto hombres como mujeres pueden expresar su energía marciana de forma positiva o negativa. Cuando el fuego del deseo no se canaliza o no se expresa, éste se reprime y se acumula en el interior. El fuego puede quemar e incluso incendiar si se encuentra encerrado, y así puede salir en el momento menos esperado en forma de ira, enojo o crueldad. Si sale hacia afuera, encontrará un blanco para su enojo: un ser querido, un empleado, un animal. La persona puede ser agresiva o dominante, siendo capaz de aplastar a otros. Si se descarga hacia adentro, es posible que se manifieste en forma de enfermedad.
La posición de Marte en la carta natal, por signo, casa y aspecto con otros planetas, indica las cualidades del “guerrero interior”, tanto en hombres como en mujeres. Según el Marte de la carta, la persona será decidida y actuará en pos de conquistar lo que quiere, o tal vez le cueste entrar en contacto con su deseo, tomar decisiones o actuar. Sea cual sea la cualidad de Marte en una carta, no significa que sea mejor o peor, sino que significa que la forma de autoafirmarse de cada persona será diferente, y lo manifestará a su modo. Siendo Marte el guerrero que defiende al Sol, ese guerrero será siempre el mejor guerrero para ese Sol y para la totalidad del sistema.
Marte, junto con el Sol, representan lo que Carl Jung denominó el Animus, que es la energía masculina. Los hombres obviamente se identifican más con esta energía, y las mujeres suelen proyectarla en los hombres, especialmente en aquellos con los que forman pareja.
Venus: disfrute y apertura
En el universo de los mitos hay figuras que, siendo divinas, están muy cerca de lo humano. Venus, la diosa romana del amor, (Afrodita para los griegos) tomaba la forma de una hermosa mujer y representaba la belleza en todos sus aspectos. Una imagen famosa de ella nos llega gracias a Botticelli con su lienzo “El nacimiento de Venus”.
Venus representa al aspecto receptivo femenino que se entrega al hombre deseado, siendo su único objetivo el de cultivar al amor y disfrutar a través de la sensualidad.
Venus no representa el aspecto que necesita la contención afectiva de la Luna ni la durabilidad o compromiso en la relación de Saturno.
“ La Luna busca una relación para conseguir seguridad y bienestar emocional. Venus la busca como una especie de espejo que le permita descubrir en los ojos de su amante, su propio reflejo”. Liz Greene
Venus no se entrega a cualquier hombre sino a aquel que ella desea. El dominio de Venus es el de la sexualidad sagrada y el arte del amor. Representa a la mujer que en encarna la esencia de “Eros” que es el impulso a unirnos y relacionarnos. Venus cultiva la belleza y su característica es la autoestima y la seguridad de su poder en el aspecto femenino.
En Astrología, Venus es regente de Tauro y de Libra. Como regente de Tauro está relacionado a los sentidos y al placer, la sensualidad, la materia y la corporalidad, la sustancia y la naturaleza. Como regente de Libra, representa la búsqueda de la armonía, la complementación y la belleza. Venus es el símbolo del amor y nos da la capacidad de abrirnos a la vida.
En el universo propio simbolizado por nuestra carta natal, Venus nos dice de qué manera tendemos a relacionarnos con los demás, cómo nos abrimos al encuentro del otro, la capacidad de disfrutar de la vida y de la sexualidad, cómo buscamos belleza y qué cosas tienden a complementarnos. Evidentemente, las mujeres tienen una vivencia natural con respecto a esta energía, pero eso no significa que tengan esas cuestiones resueltas. Para los hombres, Venus es su propio lado femenino, que en algunos casos estará más reprimido; hurtándose a sí mismos la propia capacidad de goce y entrega.
El conflicto entre el aspecto lunar y el aspecto venusino que habita en nosotros, es una cuestión que tanto hombres y mujeres nos enfrentaremos en algunos momentos de la vida. En el caso de las mujeres, si no se elabora este conflicto, puede manifestarse como una rivalidad con la madre o con la hija; y si se identifica demasiado con el aspecto materno-lunar o no puede expresar su parte venusina, puede haber una desvalorización de su aspecto femenino que lleva a la depresión.
Venus también tiene que ver con los valores personales. Lo que buscamos en los demás tiene mucho que ver con lo que más valoramos y que por consiguiente deseamos y buscamos en otros. Se relaciona con lo que nos da placer y lo que nos completa, por eso cumple una función importante en la definición de nuestro esquema de valores. Cuando no expresamos ni reconocemos a nuestro Venus, puede ocurrir que no podemos valorarnos a nosotros mismos o que no podemos definir a qué le atribuimos valor ni qué deseamos.
Marte y Venus interiores: la pareja interior
Un hombre, más identificado con la energía masculina de Marte, busca en una mujer las cualidades representadas en su Venus. Una mujer, más identificada con la energía femenina de Venus, es atraída a un hombre cuyas cualidades están representadas por su Marte.
Según donde se encuentran Marte y Venus por signo, podemos tener una idea de la forma que tomará el vínculo amoroso con el sexo opuesto. Así, por ejemplo, si Marte está en Aries, el planeta se encuentra -según dice la Astrología clásica- en su domicilio. La persona se lanza a su objetivo sin pensar demasiado, a veces con cierta temeridad. Sus deseos son poderosos y va tras ellos con pasión. Si es Sol en Cáncer, por ejemplo, esto no será tan evidente. A una mujer, esta posición la hace muy activa y desafiante, siendo muy encaradora y de alguna manera, masculina. Además se siente fatalmente atraída por esa clase de hombres, varoniles, audaces, muy sexuales y con el deseo a flor de piel.
Si Venus de una mujer está en Tauro podemos decir sin temor a exagerar demasiado que es la más sensual de todas, le atrae el confort, la buena vida y el sexo. En general son celosas y posesivas ya que el otro es considerado una propiedad. Son amantes de la seguridad y la estabilidad. La fidelidad es importante. Les interesan mucho las manifestaciones artísticas con “cuerpo”, como la escultura o la pintura, teniendo ellos mismos verdadera pasta de artistas. En el signo de la balanza, Libra, Venus se siente muy cómoda. Uno tiene una sensibilidad exquisita para seducir y provocar en el otro aquellos movimientos que uno desea que haga. Poseen una veta artística muy importante, con gran sentido de la armonía y de la belleza. Idealista en el amor, difícilmente la pareja colme todas las expectativas. Los hombres, más que una mujer, buscan una geisha, para que los transporte al paraíso. Y las mujeres son directamente geishas, con el mismo objetivo del paraíso, pero siempre con el ser amado.
Podemos considerar las diferentes características que cada Marte y cada Venus tendrá según el signo en el que estén y lo aspectos que formen a otros planetas, y según se trate de un hombre o una mujer.
Como decíamos anteriormente, en la psicología junguiana, el aspecto femenino de la psique es denominado Anima, mientras que el aspecto masculino es el Animus. Independientemente del sexo, uno siempre tiene ambos aspectos dentro de sí.
Anima quiere decir Alma, y Animus quiere decir Viento o Espíritu. La mujer se identificará más con su Anima y proyectará su Animus en el hombre, y el hombre se identificará con su Animus y proyectará su Anima en la mujer.
Anima y Animus conforman la pareja interior, y así como es adentro, es afuera… la fluidez y diálogo entre estos dos aspectos internos, se reflejará en los vínculos que establecemos con otros, especialmente el vínculo de pareja.
El juego de seducción
La Astrología nos permite analizar la relación entre las cartas natales de las personas que tienen un vínculo. Cuando se trata de analizar relaciones de pareja, la interacción entre el Marte y Venus de ambos nos da mucha información acerca del vínculo amoroso.
La seducción se potencia cuando Marte y Venus de ambos están conectados a través de algún aspecto. No sólo los aspectos blandos como trígonos o sextiles sino también los considerados más duros, como la conjunción, oposición o cuadratura,
Como dice Ronald Davidson, el contacto entre Marte y Venus entre dos personas es el principal indicador de compatibilidad en el nivel físico, ya que el contacto entre estos dos planetas indica una respuesta rápida al magnetismo animal del otro. Marte representa el deseo natural y Venus lo deseado, de modo que en una relación amorosa, Marte puede tomar la iniciativa y Venus invitarlo a tomarla.
En una pareja, el contacto entre el Marte de él y el Venus de ella, puede indicar alto nivel de compatibilidad, aunque también pueden ser compatibles (en menor medida), cuando están en contacto el Marte de ella con el Venus de él.
Los contactos entre ambos planetas están representados por lo que llamamos “aspectos astrológicos”. Algunos aspectos son fluidos y otros son más tensos. No podemos decir que sean buenos o malos, sino que en el caso de que sean fluidos, la pareja notará cierta armonía en el vínculo y en el caso de los más tensos, traerán diferentes desafíos que podrán ser aprovechados para el crecimiento personal.
En una relación de pareja, son varios los factores astrológicos que intervienen y determinan el tipo de vínculo. Aunque Venus y Marte se observan más claramente en el ámbito de la atracción física (importante en toda relación de pareja), estos factores tienen su impacto también en la fluidez de la interacción entre ambos en otros planos también:
“Marte es capaz de exacerbar la devoción apasionada de Venus y, a partir de lo que inicialmente no fue sino una atracción puramente física, es posible que se desarrolle un gran afecto mutuo. Venus puede aportar la respuesta amorosa que desea Marte y contribuir en gran medida al desarrollo de un sentimiento de pertenencia de cada uno con respecto al otro, con la habilidad para comprender intuitivamente la mejor forma de agradarse mutuamente”. R. Davidson
También podemos diferenciar el tipo de vínculo amoroso que podría haber entre dos personas. Cuando se trata de una pareja estable, hay otros factores que intervienen, además del aspecto puramente físico o de atracción sexual. Por ejemplo, aspectos entre Marte y Venus con la Luna, el Ascendente, u otros planetas de la carta, podrían tener también un rol importante en la relación, ya que se agregarán las cuestiones afectivas, del sentido de la relación, del acompañamiento en el aprendizaje de vida del otro, etc. También es de importancia la casa o área de experiencia donde el Marte o Venus de uno cae en la carta del otro.
Para cerrar, digamos que estos dos planetas son parte de un sistema mucho mayor, y su sano aporte redundará en un beneficio y evolución del sistema todo, incluyendo las funciones simbolizadas por los demás planetas. La Luna, el Sol, Saturno, Júpiter, etc, necesitan de Marte y de Venus así como ellos también necesitan de los demás. Cada uno de estos planetas desde su lugar y operando cada vez más conscientemente, hacen que la carta natal vibre cada vez más integralmente, dando alegría y una sensación de plenitud en toda persona.